Según ha indicado la Jefatura Superior de Baleares, en diciembre de 2019, uno de los ahora detenidos interpuso una denuncia en la que daba cuenta de unos hechos, que parecían ser constitutivos de un delito de amenazas y blanqueo de capitales.
Tras las pesquisas policiales, los agentes descubrieron que el motivo de dicha denuncia era la de ocultar la actividad ilícita llevada a cabo por el propio denunciante.
De acuerdo con la Policía Nacional, el 'modus operandi' utilizado por los detenidos consistía en prestar su cuenta bancaria para que se hicieran trasferencias indebidas desde cuentas de las víctimas.
Más tarde, de modo encubierto y fraccionado, se transfería ese dinero a otras cuentas para terminar extrayéndolo en efectivo a través de cajeros automáticos.
Según la Policía Nacional, en una de las ocasiones, se había incluso llegado a solicitar un crédito bancario simulando actuar en nombre de uno de los estafados, para traspasar el dinero prestado desde la cuenta del beneficiario a una de las cuentas que tenían los estafadores.
Se llegaron a trasferir cerca de 30.000 euros de diferentes víctimas residentes en distintos puntos del territorio nacional.
La última detención se produjo el pasado 24 de septiembre, si bien la investigación policial sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones.