El escritor holandés Cees Nooteboom ha recibido este viernes el Premio Formentor de las Letras 2020 y, en su discurso de recepción, emitido a través de la web de la entidad organizadora, la Fundación Formentor, ha revivido su trayectoria literaria marcada por su "existencia nómada", a la vez que ha hecho alusión a los "tiempos inciertos" que se viven en la actualidad, marcados por la pandemia de la Covid-19.
"Es posible que escuchen ustedes una leve vacilación en mi voz, porque la época en la que nos encontramos es una era incierta, en que las cosas que damos por sentadas no siempre son seguras", ha afirmado el autor al inicio de su discurso, que escribió a finales de mayo y en el que ya apuntaba la posibilidad de no poder estar físicamente en el Hotel Formentor, donde tradicionalmente tiene lugar la ceremonia de entrega.
Este año, sin embargo, se han adoptado medidas de excepción a causa de la pandemia, como ha explicado un portavoz de la organización. Por esta razón, el limitado público que ha tenido ocasión de asistir a la ceremonia ha seguido la intervención de Cees Nooteboom desde una de las salas del hotel, donde se retransmitía la señal de la web de la Fundación Formentor. Este será también el sistema a través del cual se ofrecerá en directo la nueva edición de las Conversaciones Literarias.
MENORCA, SU FUENTE DE INSPIRACIÓN
En un emotivo discurso, Nooteboom ha explicado que escribió las palabras que ha pronunciado este viernes "el último día del mes de mayo. Tal como están las cosas ahora, existe aún la posibilidad de que el virus que actualmente domina el mundo nos juegue una mala pasada, y, en tal caso, no estoy este 18 de septiembre en Mallorca, delante de ustedes, sino en otro lugar, donde ustedes no están".
El poeta, novelista, ensayista y crítico de arte, que vive en constante nomadismo entre Holanda, España y Alemania, publicará en español este próximo otoño 'Venecia'. Por ello, sus alusiones a España también han estado presentes en su discurso: "La isla en la que se encuentra Formentor es vecina de mi isla, Menorca, que no es mía, por supuesto, aunque yo diga 'mi isla', pero sí es el lugar donde he escrito gran parte de mis libros y poemas en los últimos cincuenta años. De modo que el premio que recibo es para mí, en cierto sentido, como llegar a casa, con lo que no quiero decir que se me haya otorgado por esta razón, claro está, si bien estoy convencido de que la isla más pequeña ha sido una inspiración esencial para mi obra a lo largo de todos esos años".