Un 85,5 por cien de encuestados, a favor de endurecer las penas por maltrato animal

Una polémica que creció al ir conociéndose más detalles de la forma miserable y ruin en que murió el animal a quien sus torturadores llegaron a sacar un ojo de su cuenca.

El maltrato animal es, lamentablemente, un delito con el que nos tropezamos una y otra vez y que no parece tener fin.

Este pasado sábado, por ejemplo, la Guardia Civil dio a conocer las investigaciones que están llevando a cabo en una finca de Maó después de recibir varias denuncias informando de que en la misma se maltrataba animales.

La estampa con la que se ha topado la Benemérita ha sido desoladora: una yegua completamente abandonada a su destino que ha tenido que ser sacrificada y varios animales más que también presentaban un estado deplorable y a los que se intenta ahora recuperar. Además, los agentes desenterraron los cuerpos de otras dos yeguas enterradas en los terrenos de la propiedad y que, se sospecha, podrían haber fallecido también a causa de malos tratos.

La legislación española ha ido avanzando de forma progresiva en la protección de los animales, un tema que cada vez más, genera una mayor preocupación y para el que se exigen respuestas más contundentes.

El Código Penal regula este delito en los artículos 337 y 337bis, estableciendo básicamente tres tipos de pena: prisión, multa e inhabilitación especial.

Las penas de prisión, sin embargo, oscilan entre los tres meses y un día hasta un año y abarcan actos que causen la muerte, lesiones o explotación sexual.

Las penas de inhabilitación especial pueden llegar hasta los cuatro años (por muerte del animal).

Mientras que las multas varían de uno a seis meses y se aplican para casos de abandono o maltrato cruel a “animales doméstico o a cualesquiera otros en espectáculos no autorizados legalmente”.

Esta semana mallorcadiario.com ha preguntado al respecto: “¿Debería endurecerse el Código Penal para los maltratos graves a animales, como el caso del gato Grisito?” y la respuesta mayoritaria de los encuestados ha sido “Sí” (un 85,5 por cien) frente a quienes opinan que “No” (un 14,5 por ciento)