Según los datos del panel de consumo alimentario del Ministerio de Agricultura, desde la semana 11, previa a la declaración del estado de alarma, hasta la última de la que se dispone de datos, la 16, no se han observado movimientos que puedan indicar la existencia de operaciones especulativas que provoquen incrementos de precios anómalos, frente a lo que Agricultura permanece "vigilante".
Además de los datos del panel de consumo, Miranda se ha referido al Índice de Precios al Consumo de la alimentación del Instituto Nacional de Estadística (INE) de marzo, que apenas varió el 0,1 por ciento frente a febrero, así como a la información facilitada por la distribución alimentaria.
El secretario general ha reconocido que todos los agentes de la cadena alimentaria han tenido que soportar "mayores costes" debido a la crisis sanitaria del coronavirus, como la adquisición de equipos de protección individual, adaptación de nuevos requisitos higiénico-sanitarios en los centros de acondicionamiento y manipulación de los producción, así como en los puntos de venta, sin que estos costes se hayan trasladado de manera significativa a los precios finales al consumo.
De esta forma, considera que la cadena alimentaria ha funcionado en su conjunto en el curso de una de las mayores crisis a las que se ha enfrentado la sociedad y el mundo en su conjunto, garantizando el suministro de alimentos en todo momento en calidad, cantidad y sin que se produzcan perturbaciones en los precios.