Con un pasado netamente sportinguista, Pedro Orfila se sumó este pasado verano al proyecto del Atlético Baleares, donde está ofreciendo un extraordinario rendimiento gracias, en gran medida, a su polivalencia. Este domingo, el central regresa a la que fue su casa durante más de doce años con la idea de ayudar a que los tres puntos engrosen la cuenta blanquiazul.
Pedro Orfila regresará este fin de semana a la que fue su casa durante más de doce años, pero esta vez para defender la camiseta del Atlético Baleares en su partido contra el Sporting B (domingo, a las 12 horas). El defensa y centrocampista asturiano se formó en las instalaciones de Mareo, y jugó en Primera División en las filas del Sporting de Gijón.
El futbolista blanquiazul ha reconocido que el choque del domingo "será especial, porque allí crecí como futbolista y persona, y me reencontraré con mucha gente del club a la que hace tiempo que no veo, además de contar con el apoyo de familiares y amigos que acudirán al estadio, lo cual supone otro elemento más de motivación para afrontar el partido".
Orfila ha destacado que el filial sportinguista se está mostrando "muy fuerte" en casa, y que, en este sentido, "no será un partido fácil" para el ATB. La receta del éxito, en su opinión, pasa por "seguir con la misma idea de humildad para ir a por los tres puntos y llegar al partido del Ibiza con ventaja".
El zaguero está completando una temporada más que destacable en el Atlético Baleares. Su polivalencia (puede jugar en el centro de la defensa, pero también como pivote en la línea medular e incluso cubriendo el lateral derecho) le ha convertido en un futbolista imprescindible para Manix. Orfila es consciente de que para tener opciones en el once titular ha de "trabajar mucho", y ese es, precisamente, su mejor cualidad, "el compromiso y la entrega para ganarme la confianza del míster, entrenando al máximo y ayudando al equipo".