El ex ministro italiano de Interior y actualmente senador por la formación ultraderechista La Liga, Matteo Salvini, se halla de nuevo en el ojo del huracán por un caso que ya el pasado verano ocupó innumerables titulares informativos: la negativa de Salvini a que los 150 migrantes que viajaban a bordo de la embarcación de la ONG española 'Open Arms' pudieran desembarcar en un puerto de Sicilia. Salvini ha ofrecido explicaciones ante la Junta de Inmunidad del senado italino, que ha de juzgar si procede o no al levantamiento de las medidas que blindan el estatus legal del político para que pueda responder a las acusaciones por abuso de poder y secuestro de personas.
Matteo Salvini ha defendido su decisión de no haber permitido el desembarco en un puerto de Sicilia de los 150 ocupantes de la embarcacion de la ONG española 'Open Arms', quienes tuvieron que permanecer en alta mar durante 20 días, el pasado mes de agosto. Según Salvini, la competencia sobre Puerto de desembarco seguro (POS) pertenecía, según afirmó, a España o Malta, pero en ningún caso a Italia: en el primer caso, por la nacionalidad española del barco, y, en el segundo, por constituir el puerto más cercano.
El exministro del Interior transalpino ha trazado esta argumentación durante su comparecencia ante la Junta de Inmunidad del Senado, que debe dirimir la procedencia de una petición del Tribunal de Ministros de la región de Catania que plantea el levantamiento de la inmunidad de Salvini, acusándole de la comisión de los delitos de abuso de poder y secuestro de personas durante la crisis del 'Open Arms', en el verano de 2019.
Salvini, quien meses después de este suceso tuvo que renunciar a la cartera ministerial a raíz de la crisis suscitada en el seno del pacto de gobierno en Italia y que actualmente ejerce las funciones de senador, acusó al capitán de la embarcación de haber "perdido un tiempo precioso" empecinándose en desembarcar a los ocupantes del barco en Sicilia, en lugar de aceptar la propuesta del Gobierno en funciones de España de trasladar la nave a un puerto de este país.
El líder ultraderechista ha insistido en que Italia no tenía motivos para "asumir ninguna obligación" en relación a los rescates de migrantes llevados a cabo por una embarcación de otra nacionalidad que, además, había llevado esta operación fuera de los dominios marítimos transalpinos. Salvini ha recordado también que, con los documentos y acreditaciones en la mano, el 'Open Arms' solo cuenta con autorización para trasladar a 19 personas, muchas menos de las que se hallaban a bordo.
Después de la odisea en alta mar que debieron vivir los ocupantes del barco fletado por la ONG española, el fiscal de Agrigento, en Sicilia, Luigi Patronaggio, derogó las órdenes de Salvini y ordenó el desembarco de los migrantes en suelo italiano.