Los hechos ocurrieron el domingo pasado en un chalet de las afueras de Palma. El 092 recibió por la mañana varias denuncias por molestias acústicas y las dotaciones policiales se trasladaron al lugar. Allí comprobaron que se estaba desarrollando una fiesta, con música a gran volumen y multitud de personas entrando y saliendo de la casa, algunos con evidentes síntomas de haber ingerido alcohol.
Se suman al operativo las unidades del GAP, USEI y la policía comunitaria y denuncian a varios conductores que cogen el coche bebidos.
Después de varias peticiones de cese de actividad, el Oficial de la Policía consigue hablar con el DJ de la fiesta y éste asegura que es un evento particular. De hecho, la propietaria de la casa sale y reitera que es una fiesta de "cumpleaños".
FIESTA DE PAGO Y DIFUNDIDA POR WHATSAPP
Sin embargo, la versión de que se trata de un evento 'no organizado' lo desmonta una trabajadora que, al salir de la casa, asegura que no es la primera vez que la contratan para una fiesta de estas características y que cobra por ello.
Además, otros asistentes muestran las pulseras con las que los organizadores acreditan que han pagado entre 15 y 20 euros por la entrada.
Con todo, los agentes -que en ningún momento penetran en la propiedad- levantan acta y dan traslado por actividad ilegal.