De este modo, la capital de España cuenta con un mes para tener a punto la logística de un encuentro que llega a reunir a hasta 25.000 personas, entre las decenas de delegaciones, expertos, periodistas y científicos que se acrediten para su seguimiento.
La decisión in extremis se ha tomado tras la renuncia sorpresa de Chile, que decidió cancelar su organización tras los disturbios que vive el país, según ha confirmado la ONU en su página web.