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Capital social

Por Agustín Buades
domingo 06 de octubre de 2019, 05:00h

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Baleares estará inmersa pronto en un invierno demográfico y de nupcialidad sin precedentes. Habrá más personas mayores que jóvenes, y la natalidad no sólo ha caído a niveles dramáticos, sino que se está agravando aún más con la explosión del número de abortos .Por otra parte, mientras cada vez hay menos matrimonios, la ruptura familiar se ha convertido en uno de los principales problemas en Baleares. A ello se suma la deficitaria conciliación entre la vida laboral y la vida familiar, que sigue sin resolverse.

Pero, además, el abandono de la familia por parte de las administraciones ha sido evidente. España es el país de la UE27 que menos ayuda a la familia.
Visto los distintos indicadores de la familia española en la actualidad, podremos entender hoy más que nunca que se hace necesario redescubrir el papel de la familia en la sociedad. La familia genera capital social, por lo que todo apoyo a la institución familiar constituye la inversión más rentable para el conjunto de la sociedad.
La familia cumple una serie de funciones no sólo fundamentales para la persona, sino también para la sociedad, tales como: (1) Un bien para la persona; (2) Antídoto contra el individualismo y la soledad crónica; (3) Ambiente propicio para el desarrollo personal; (4) Transmisora de la vida; (5) Educadora de virtudes y valores; (6) La mejor escuela; (7) Garantía de solidaridad intergeneracional; (8) Colchón de amortiguamiento ante las crisis; (9) Pilar básico del sistema económico; (10) Generadora de capital social; (11) Garantía de futuro; (12) Forjadora de cohesión social y (12) Fundamento de una sociedad más ecológica

Por ello, la sociedad, y de modo particular los poderes públicos, tienen no sólo la obligación de reconocer su importancia y el papel destacado que desempeña en la sociedad, sino, también, el deber de protegerla con medidas y ayudas de carácter político, económico, cultural, social o jurídico. De esta manera, se contribuye a consolidar la unidad y la estabilidad de las familias para que puedan desempeñar todas sus responsabilidades y cumplir su función específica.

Para que este cambio se produzca, las políticas familiares deben articularse sobre cuatro ejes:

(1) reconocer los derechos de la familia como base de la política familiar; (2) impulsar los derechos de la familia y eliminar los obstáculos que impiden ejercerlos; En particular, en la actualidad es necesario centrarse en algunos derechos, no sólo promocionándolos, sino también eliminando los obstáculos que impiden ejercerlos realmente: (a) el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones; (b) el derecho de los padres a tener el número de hijos que responsablemente deseen;(c) el derecho de las familias y de los hijos a la estabilidad conyugal; y (d) el derecho a la conciliación de la vida laboral y familiar. (3) promover el desarrollo de políticas públicas con perspectiva de familia; y (4) implantar una verdadera y eficaz política integral de apoyo a la familia.

La familia no puede seguir abandonada. Es necesario un plan de choque de apoyo a la familia, ya que no ya valen medidas aisladas.La familia es el camino para salir de la crisis de manera que el futuro de Baleares pasa por la familia

Por todo esto instaría a los partidos políticos a que pongan a la familia como una de sus
prioridades dentro del programa electoral: el apoyo a la familia no es un gasto, es una inversión.
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