De los seis billones de cigarrillos que se consumen al año en todo el mundo, 4,5 acaban arrojados en espacios públicos, según el informe de la ONG Ocean Conservancy de 2017. Así, los cigarrillos representan el 13 por ciento de los residuos del planeta. Una lacra que amenaza muy especialmente al medio marino ya que al ser tan pequeños y poco pesados, pueden recorrer grandes distancias aumentando su huella contaminante. En la bahía de Palma, con cada vertido de aguas no depuradas a la bahía y el arrastre de restos depositados en torrentes y playas, miles de colillas acaban en el agua. mallorcadiario.com sale a la calle para pulsar la opinión de los ciudadanos de Palma al respecto. En su gran mayoría reclaman un endurecimiento de las medidas sancionadoras ante este problema.
"Voy a la playa Can Pere Antoni y hay muchas colillas,da asco. Tendrían que tomar medidas. Debería haber vigilancia para obligar a recogerlas a quien tire colillas. En algunas playas dan a los fumadores una especie de conos que se clavan en la arena", explica un hombre asiduo a ir a la playa.
"Me gustaría saber si en su casa tiran las colillas al suelo. Veo a gente que, a pesar de disponer de ceniceros al lado de las paradas de autobús, las tiran las colillas a la acera. Tenemos que hacer una labor educativa y enseñar a los nietos desde pequeños", señala Ana María.
Para reducir esta contaminación, hay quien cree que se deben endurecer las multas. "Hay gente muy guarra. Les tendrían que poner una multa de entre 25.000 y 50.000 euros, así aprenderían. Hacen daño al medio ambiente y a todo", señala una ciudadana no fumadora.
Hace unos días, más de 60 personas recogieron 162.000 colillas de tabaco de la arena de la playa de Can Pere Antoni en el marco de la campaña "No más colillas en el suelo". Familias, jóvenes y mayores se unieron para limpiar el entorno natural de residuos dañinos y mostraron la 'montaña de la vergüenza' con los desperdicios recogidos.