Con éste descubrimiento se pone fin a cinco años de investigaciones y se desmantela una red de criminales, algo que las autoridades creen que podría ser solo la punta de iceberg en el tráfico de animales ilegales en Europa.
El tráfico de especies es uno de las redes criminales más beneficiosas, después del tráfico de armas y el de drogas, un hecho que está esquilmando el planeta.
En una operación conjunta de la policía de Praga e Inspectores Medioambientales del país, descubrieron el almacén donde acababan con la vida de tigres, leones y pumas para traficar con sus restos.
En informaciones recogidas por The Guardian, los inspectores destacan elinsoportable olor que desprendía el lugar, restos de los animales podridos se almacenaban en una nevera rota. Pavla Rihova, la inspectora ambiental que dirigía al equipo señaló que nunca había visto nada igual: “Llevo trabajando en esto durante 25 años, pero la situación aquí era realmente horrible. Si puedes hacerte a la idea, una vieja nevera, sin electricidad, llena de carne y cuerpos muertos, en el jardín durante dos años. Absolutamente increíble”
Junto a la casa, en un cobertizo encontraron un tigre matado recientemente, con un disparo a través del cuello para no dañar su piel, y en la misma habitación una grandísima olla donde cocinaban los restos, llena de carne y huesos no identificados.
La red criminal estaba compuesta por ciudadanos checos y ciudadanos vietnamitas que mataban y procesaban ilegalmente grandes felinos para el mercado de la medicina tradicional china.
Los funcionarios de toda Europa están comenzando a darse cuenta de que las granjas ilegales de tigres no son solo un problema en el sudeste asiático, sino que también operan en el centro de la UE.