“Yo vivía en Son Vida, conducía un mercedes y mi vecino era Escarrer... Un cáncer lo cambió todo y ahora vivo en la calle con mi hijo de cinco años”. Es el testimonio de Miriam (no es su verdadero nombre), una mujer de 40 años de Portals, Calvià, que atraviesa por una situación complicada, un drama familiar que la ha empujado a cambiar radicalmente de vida.
La vida de Miriam cambió cuando un cáncer la puso al borde la muerte: “yo he trabajado desde los 16 años, tenía mi vida hecha”. Aún toma medicación y está incapacitada para trabajar. A ello se le suma una complicada situación familiar: el padre de mi hijo y yo no nos casamos, no firmamos papeles, pero nuestro hijo fue deseado, querido. Tuve que dejar a mi pareja porque él tenía un trastorno bipolar. No ha reconocido al niño”. Miriam tampoco puede vivir en casa de su madre o de otros familiares. Subsiste con los 300 euros que el padre de su hijo le pasa cada mes. Sin casa, sin trabajo, ha acabado durmiendo en playas del municipio, va saltando de una casa a otra, aunque ha visto que algunos de los que eran sus amigos en tiempos de bonanza le han dado la espalda: “te dicen que no puedes ir a su casa porque se han comprado un sofá de 12.000 euros y tú vas con un niño”.
Miriam asegura “estar dispuesta a todo” por sus derechos: “yo no soy una toxicómana, no soy alcohólica, he trabajado toda mi vida... Cuando voy a servicios sociales me miran con asombro. Llevo ropa cara, es la única que tengo, soy educada, soy española, no les gusta que vaya”. Hasta la fecha los servicios sociales del Ayuntamiento de Calvià le han procurado cuatro noches de hotel en un establecimiento del municipio en virtud del acuerdo del consistorio con los hoteleros para casos de extrema necesidad. También percibió por un tiempo una ayuda que ha perdido, como reconoce, por retrasarse en la entrega de la documentación exigida.
Ante esta situación ha pedido auxilio al Ayuntamiento de Calvià, auxilio que considera no llega: “el alcalde Alfonso Rodríguez nos ha dejado a mi hijo y a mí en la calle, y eso no lo voy a permitir; me han dicho que no lo llame más por teléfono, pero servicios sociales debe atenderme, no voy a dormir con mi hijo en la calle”. Miriam también ha acudido a Serafín Carballo, el director de la Oficina del Menor del Govern.
Desde el Ayuntamiento de Calvià han confirmado a mallorcadiario.com que el caso de Miriam está siendo seguido por servicios sociales y que se estudian la posibilidad de proporcionarle una ayuda para el alquiler de una vivienda o darle acceso a una vivienda social, si bien explican que para ello debe tramitarse toda la documentación y que aún están pendientes de que se le entregue.
Miriam no entiende que todo pase por el papeleo: “sólo quiero una vida digna, poder vivir una vida digna, y eso no lo estoy teniendo”, consigue decir entre sollozos. “No quiero dar lástima, nos han dejado en la calle y no me voy a quedar callada, haré lo que sea por mi hijo”, concluye.