Los hechos tuvieron lugar en julio de 2012. Ambos estaban practicando 'kitesurf' cuando uno de ellos perdió el control de su cometa y de su tabla e impactó con el otro, que fue arrollado por la espalda y sufrió un corte profundo en una pierna.
El demandado no negaba que el accidente se produjera, pero no aceptaba la responsabilidad que se le imputaba. Aseguraba que navegaba en línea recta y que el otro hombre se le había echado encima cruzándose por delante sin mirar, por lo que sostenía que no había podido hacer nada por evitar la colisión.
La sentencia de instancia se fundó en el informe de un perito que concluyó que la víctima, que navegaba a sotavento, tenía prioridad de navegación cuando fue alcanzado por el otro hombre, que navegaba a barlovento. En base a la localización de las heridas de la víctima, el perito señaló que fue alcanzado desde atrás por la tabla del otro deportista.
Además, un testigo que presenció el accidente lo atribuyó a la actuación del demandado, corroborando las tesis del perito.