Este jueves a las 14.15 horas ha concluido sin incidentes la primera fase del “plan de reinserción de Son Banya”, tal y como la calificado el Ayuntamiento de Palma. Operarios de la empresa adjudicataria escoltados pro agentes de la Policía Local y Nacional han derribado la tercera de las casas de las tres familias reubicadas en barriadas de Palma. La sorpresa ha sido encontrar un gallinero con gallos de pelea (valorados en hasta mil euros cada uno) que se prevé demoler el próximo miércoles.
Hasta cinco familias serán realojadas en agosto, si bien los derribos previstos para la semana que viene se han pospuesto por “motivos administrativos”
En total son 17 las familias que se han acogido de forma voluntaria a salir del poblado mientras que otras 28 deberán acatar la resolución judicial y están obligadas a abandonar Son Banya. Serán desalojadas a partir de septiembre cuando los juzgados dicten las correspondientes órdenes de lanzamiento.
Quedarán por delante 72 familias más y un total de 117 viviendas que deben ser derribadas antes del año 2020.
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