Una buena noticia para la industria turística de Balears

El Consejo de Ministros nombró este viernes a Bel Oliver nueva secretaria de Estado de Turismo. Con una larga trayectoria política en el PSIB-PSOE y con conocimiento del sector tras haber ocupado puestos de responsabilidad vinculados al turismo en el Consell de Mallorca y, ahora, en el Parlament, Oliver pasa a ocupar un puesto clave en el nuevo gobierno de Pedro Sánchez. Su nombramiento, además, significa para Balears la recuperación de una posición fundamental en una industria estratégica para el país, ya que el turismo aporta el 10 por ciento de la riqueza nacional con campañas que permiten recibir más de 80 millones de turistas al año, además de representar el 12 por ciento del empleo.

Mucho se había especulado sobre la presencia de representantes baleares en el nuevo gobierno socialista surgido tras la moción de censura a Mariano Rajoy. El nombramiento de Oliver despeja la incógnita y permite recuperar un puesto que tradicionalmente ha sido anhelado por la potentísima industria turística balear. Oliver sustituye a la canaria Matilde Asián, que significó un paréntesis de algo más de año y medio en un puesto que anteriormente había sido ocupado por los también baleares Isabel Borrego y Joan Mesquida, del PP y del PSOE respectivamente.

Su nombramiento significa una buena noticia para una comunidad como la balear que recibió 14 millones de turistas extranjeros el año pasado y que exporta industria, tecnología y formas de hacer del sector a todo el mundo. Así lo han señalado patronales y sindicatos al expresar su enhorabuena por el nombramiento. Algunos, como la presidenta de la Federación Hotelera, Maria Frontera, ya se han apresurado a emplazar a la nueva secretaria de Estado a próximos contactos a fin de canalizar una interlocución con el Ejecutivo que es imprescindible.

No en vano, Oliver tendrá que gestionar la política turística en un momento en el que se generan dudas sobre la evolución del sector tras unas temporadas con cifras de récords que pueden moderarse. La nueva secretaria de Estado tendrá que hacer frente a retos como el alquiler turístico, la contención del impacto del 'Brexit', la turismofobia o la propia sostenibilidad de un modelo que no puede ceder en sus objetivos de calidad.