Y es que España es el país europeo donde más se navega por Internet; una nación que ya supera los 33 millones de navegantes y que cuenta con una tasa de penetración de smartphones de más del 80%. Sin embargo, muchos usuarios no actúan de forma responsable. Los españoles no solo no mantienen actualizados sus equipos, sino que ignoran cómo debería ser una contraseña segura. En concreto, 2 de cada 5 hacen caso omiso a las notificaciones de actualización automática de su equipo, y hasta el 89 por ciento desconoce cómo crear una clave segura que proteja sus datos. Pero solo el 8% es consciente de su propia ignorancia. El resto cree que basta con que no contenga el usuario o con alternar mayúsculas y números.
Una buena contraseña, no obstante, debería no solo combinar mayúsculas y números, sino también minúsculas y símbolos o signos de puntuación; y contar con más de ocho caracteres de longitud (cuanto más larga, más segura). Además, debería prescindir del nombre del propio servicio, así como de datos obvios como el nombre, año de nacimiento, palabras malsonantes y similares. Otro fallo recurrente es emplear la misma para todos los servicios. Una buena alternativa es usar un gestor de contraseñas.