Miedo sin cláusulas

Leo en El Mundo que las cesiones de los jugadores del Mallorca a otros equipos, casos de Serrano y Roige al Celta B, etc, contemplan las llamadas cláusulas del miedo, es decir el compromiso expreso de que estos futbolistas no podrían enfrentarse a los de Vicente Moreno en caso de que se produjera tal emparejamiento. Y, claro y con perdón, me ha entrado la risa. Dado el caso no imagino al técnico muy preocupado por vérselas con los antes citados, Grima, Rufo o cualquiera de ellos. Evidentemente al margen de la improbabilidad de que llegara el partido o partidos de marras.

Hablando de preocupaciones, lo que si me inquieta es la altísima ficha de Ariday en un club de Segunda B, 200.000 euros anuales, no porque el delantero no los valga, sino por las presuntas diferencias existentes en relación a otros jugadores. Y otro rumor, antesala de la noticia como solía afirmar José María García, apunta a que la inversión, además del fichaje de Gámez y el resto de refuerzos, se imputa al balance de la próxima temporada en caso de un hipotético ascenso porque en su reciente viaje el presidente Kohlberg habría dejado caer que el grifo se ha cerrado. O sea que de competir en Segunda A tirarán con los ingresos por televisión, unos 7 millones y poco más. La verdad, con presupuestos más altos Maheta Molango ha probado su incapacidad de gestión, así que no quiero ni pensar qué puede hacer con el cinturón apretado. Aun así, peor pensar en un futuro inmediato ligado otra temporada más a este infierno de categoría actual en la que, sorprendentemente, hay quien se siente tan a gusto. La ignorancia es muy mala.