La Vía Conectora y los accesos a Palma no aguantan más retrasos

La decisión sobre el proyecto definitivo del enlace entre la autopista del aeropuerto y la carretera de Manacor tendrá que esperar un mes más después de que el Consell de Mallorca decidiera este jueves aplazar su aprobación hasta la reunión de la comision informativa del próximo 1 de marzo. El tramo forma parte de la Via Conectora, la segunda circunvalación de la ciudad de Palma, y es uno de los más importantes dada la confluencia de los tráficos del aeropuerto con los vehículos que acuden a zona comercial y a Mercapalma, por un lado, y con los accesos a la Platja de Palma y a la barriada de Coll d'en Rabassa, por otro.

Su retraso se ha decido para que durante febrero se analicen las propuestas del Ajuntament de Palma, que quiere incluir en el proyecto un enlace de tranvía y carriles para bicicletas. El frenazo a tan necesaria obra viaria se ha producido un día después de que el GOB reclamara su paralización por considerarlo "desmesurado" y no ajustado al modelo de ciudad que defiende la entidad ecologista.

Sea como fuere, la decisión vuelve a alejar la terminación de una de las obras públicas más necesarias en todo Mallorca, dejando en el aire la solución definitiva a uno de los nudos más complejos en los accesos a Palma. Los constantes atascos que se producen cada día en las horas punta de entrada y salida a la ciudad, sea o no temporada turística, así como los trastornos que sufren puntualmente los vecinos de la zona reclaman una urgente intervención.

Este episodio vuelve a poner de relieve la dificultad con que las actuales administraciones acometen los proyectos viarios. La Vía Conectora, con años de paralización de sus obras o las relicitaciones de tramos, es el paradigma de esta gestión carente de agilidad y planificación. Por su parte, la confrontación entre socios que se produjo con la prolongación de la autopista hasta Campos o la indecisión acerca del ensanchamiento de la carretera a S'Estanyol, son otros ejemplos que abundan en la indefinición con que los gobernantes acometen la solución de este tipo de demandas sociales. Y al final, quienes sufren toda esta falta de decisión son los miles de ciudadanos que deben acabar soportanto horas de atascos, pérdida de tiempo y falta de seguridad.