Se cumple un año del azote de agua que sufrió Mallorca. Primero en diciembre, después en enero, la isla recibió tantas -y tan intensas- lluvias que los embalses de Cúber y Gorg Blau alcanzaron el 102 por ciento de su capacidad por lo que Emaya se vio obligada a desembalsar casi 300.000 metros cúbicos de agua. Sin embargo, la situación doce meses después es bien distinta: ambos embalses no llegan al 42 por ciento de llenado.
Según los datos oficiales que recoge el portal de la Empresa Municipal d'Aigues i Clavegueram, el Gorg Blau está al 39.18 por ciento de su capacidad mientras que Cúber se sitúa en el 46.34 por ciento.
CÚBER |
2.152 Hm³ |
46.34% |
GORG BLAU |
2.884 Hm³ |
39.18% |
RESERVA CONJUNTA |
5.036 Hm³ |
41.95% |
El primero de los dos temporales convirtió al mes de diciembre de 2016 en el más lluvioso de Mallorca desde que comenzaron los registros hace 72 años: en un solo día llovió más del doble de lo que suele hacerlo en todo diciembre. En Lluc y Escorca, por ejemplo, cayeron en una sola jornada 202 litros por metro cuadrado en el primero y 283 litros por metro cuadrado en el segundo.
Un mes después, ya en 2017, el cielo volvía a desplomarse sobre el Mediterráneo y en Mallorca volvía dejar cifras récord de precipitaciones que se traducían en una crecida de los embalses espectacular: Cúber llegaba a rebosar 10 centímetros y el Gorg Blau, estaba a 35 centímetros por encima de su nivel máximo.
En la actualidad, la situación es muy diferente y no se prevé un invierno lluvioso. Según la Aemet, lo más probable es que en el trimestre de enero a marzo de 2018 se registren temperaturas más altas de las habituales y que las precipitaciones sean las normales, respecto al periodo de referencia 1981-2010. Y todo, después de un otoño seco, con un 17 por ciento de lluvia por debajo de los valores normales. Lo normal es que en promedio llueva 211 l/m2 y durante esta estación ha llovido 175,4 l/m2.