El Mallorca ha hecho Historia este domingo. La peor de las Historias: su descenso a Segunda B.
Los bermellones bajan al infierno después de empatar 2-2 ante el Mirandés, en una patética demostración de lo que ha sido su fútbol a lo largo de la temporada: sin estrategia, fuerza ni profesionalidad.
Fue el conjunto local el encargado de imponer su ley desde los primeros compases, adelantándose en el marcador por la vía rápida.
Apenas se habían disputado un par de minutos cuando Kijera puso un balón en el segundo palo, donde apareció Maikel Mesa para controlar y batir a Santamaría sin oposición.
El tanto cayó como un jarro de agua fría sobre el conjunto balear, que a partir de entonces tendría que remar durante todo el partido para no certificar su descenso de categoría.
Los hombres de Barjuan, que saltaron al césped sin la tensión suficiente, intentaron dar un paso al frente, pero el Mirandés continuó dominando la pelota y a punto estuvo de poner el segundo en el marcador con sendas ocasiones de Sangalli y Eguaras.
Cierto es que el Mallorca pudo empatar en el 20 con un gol de Brandon que el árbitro anuló por fuera de juego, pero los bermellones apenas generaron peligro en la primera parte y el Mirandés acabó abriendo brecha en el marcador.
En el 35, Guarrotxena recibió en el pico del área y se inventó un fantástico disparo a la escuadra del palo largo, ante el que nada pudo hacer Santamaría.
Eso sí, el Mallorca consiguió volver a meterse en el partido justo antes del descanso gracias a un gol de Culio, que el 40 cazó un balón en el punto de penalti, se dio la vuelta y fusiló a Sergio Pérez.
El tanto supuso una inyección de moral para el equipo bermellón, que pudo empatar dos minutos después gracias a una gran ocasión de Culio, que no consiguió enganchar por centímetros un remate en boca de gol.
Esa reacción se prolongó durante los primeros compases de la segunda parte, en los que el Mallorca pudo empatar de nuevo merced a otra ocasión de Culio, que estrelló en el lateral de la red un claro disparo desde dentro del área
También Lago Junior pudo poner la igualada con otros dos disparos escorados ante los que Sergio Pérez respondió con solvencia, mientras que Lekic probó en el 80 con una media chilena que se fue alta.
El conjunto bermellón apretaba y finalmente consiguió el empate gracias a un gran gol de Lekic, que en el 86 aprovechó un buen pase de Salomao para batir por bajo a Sergio.
Sin embargo, el empate seguía sin valerle al Mallorca, que lo intentó hasta el final con un libre directo de Moutinho que se estrelló en el larguero, desvaneciéndose así las opciones de permanencia del equipo balear.
Al término del encuentro, los jugadores se han acercado a la grada en la que se sentaba la afición bermellona desplazada. Les han recibido con pitos, abucheos y gritos de "fuera". Tensión y muchas lágrimas.
Adiós a 36 años de fútbol profesional. El próximo encuentro en Son Moix será de despedida.