A lo largo de la temporada, se encargarán de controlar la actividad en la zona de taxis tanto en fin de semana como entre semana.
De este modo, se pone en marcha en plan de actuación contra los traslados ilegales. Una tendencia que ha ido en aumento en los últimos años, generando enormes conflictos hasta que la pasada semana, el sector explotó y estuvo durante horas sin cargar a turistas, con las consiguientes quejas y tumultos a las puertas del aeropuerto.
El sector ya venía denunciando que la oferta pirata ya había incluso contratado a empleados para captar clientela, tildando el aeropuerto de "mercado persa".
Ahora, con la presencia de los controladores y la entrada en vigor del decreto ley de medidas urgentes contra el transporte ilegal, se pone coto a los ilegales.