El PI: "Més está probando su propia receta"

"Més está ahora tomando su propia receta", ha dicho Font respecto las persistentes críticas de los partidos de la oposición a estas contrataciones.

Font se ha mostrado "prudente" y, antes de exigir la dimisión del vicepresidente del Govern, Biel Barceló, ha defendido que el ejecutivo debe hacer pública toda la información. Además, el vicepresidente debe comparecer públicamente y dar explicaciones.

El veterano político ha dicho que hay que "ser serios" y ha reivindicado que el trabajo de los políticos de Baleares "no se centre en esto", sino en los problemas reales de los ciudadanos, como la falta de vivienda.

"Los políticos no estamos donde están los ciudadanos, estamos instalados en una pelea continua", ha advertido al Govern el número uno del PI, que ha exigido al ejecutivo que se centre en lograr inversiones millonarias para Baleares de los presupuestos generales del Estado de este año, como está haciendo Canarias o ciudades como Bilbao o San Sebastián.

El PI ha insistido hoy en la necesidad de que se clausure la Conselleria de Transparencia y que sus funciones sean realizadas por la Conselleria de Presidencia.

Sobre la intención de Cs de que Armengol se someta a una cuestión de confianza, Font no se ha opuesto pero ha dejado claro que no servirá para nada porque, en estos momentos, solo es posible una mayoría de izquierdas ya que Més per Menorca continuará apoyando al ejecutivo.

Font sí ha criticado el "espectáculo" que está ofreciendo el Govern en los últimos seis meses, desde la crisis de Podemos y la entonces presidenta del Parlament Xelo Huertas y ahora con los contratos de Més.

Por ello, el PI ha solicitado al ejecutivo balear que "se centre" en trabajar y resolver los problemas de los ciudadanos, como el alquiler vacacional, la futura ley de la vivienda o la aglomeración de empresas de alquiler de coches.

"No tenemos a la presidenta concentrada en lo que sí están concentrados otros presidentes", ha considerado Font, que ha añadido que "el síndrome Bauzá se está apoderando del Govern balear", un mal que ha definido como la "desconexión social" del ejecutivo respecto del día a día de los ciudadanos y de sus problemas reales.