Datos irrefutables

Lo malo de todo esto es que los datos son irrefutables. Se va a iniciar el último tercio del calendario y el retroceso del Mallorca en el segundo de ellos en relación al primero, desmiente cualquier sensación de mejoría tan y como se pretende vender desde el club. De hecho y al margen de los números que presentábamos en el anterior “Cristal”, el equipo cerró las primera de las terceras partes de la liga en décima posición, en una cómoda situación para afrontar cotas mayores y evitar disgustos.

Ha ocurrido todo lo contrario, se inició una alarmante cuesta abajo que, en una lectura parcial de los últimos catorce partidos disputados coloca a los de Olaizola como farolillo rojo, colista solitario. Y todo eso ante la incapacidad y la inoperancia de los mandos, atados de pies y manos por su propia mala gestión en todas las áreas del club. Como muestra, un botón: después de la visita del Sevilla Atlético han sido diez los equipos que, con mayor o menor diferencia, han rebasado al Mallorca en la tabla. Unos con notoria ventaja como el Valladolid, Cádiz, Getafe y Tenrife; otros en menor diferencia, casos del Córdoba, Alcorcón, UCAM, Numancia y Nástic. Estos dos últimos que entonces iban entre cuatro y cinco puntos por debajo, ahora mismo le sacan siete y tres respectivamente, es decir que un tercio de la competición le han superado en once y ocho puntos respectivamente.

No hay autocrítica, ni humildad, condiciones imprescindibles para navegar en la ciénaga de las cuatro últimas posiciones. Todo son paños calientes y gestos de cara a la galería. Sin embargo algunos se forran bien indiferentes a la realidad. Gestores, directivos, embajadores y demás pelaje que perciben puntualmente sus nóminas o presumen no sabemos muy bien de qué en los medios de comunicación. Molango, por si no lo sabían, ayer estaba por esos mundos en una reunión para potenciar el fútbol femenino.