Un anfitrión de doble cara

Dado el carácter matinal del partido, este comentario será vigente o insostenible en función del resultado, que pone en su sitio no solo a los equipos sino a los cronistas. Poco que decir del Mallorca, cuyos refuerzos invernales no aportan nada que no tuviera pese a que Maheta Molango se intente hacer el listo. Sus argumentos defensivos son los de siempre y tampoco hay mucho que revolver para encontrar al acompañante de Juan Domínguez por delante la zaga o si Olaizola planteará el choque con un solo delantero, dos o un media punta. En el fondo, ¡qué más da!.

; El Real Oviedo, por el contrario, es tan temible como anfitrión como ingénuo en calidad de visitante. Curiosamente un especialista en el uso de la retaguardia, no ha logrado resguardar la portería del mallorquín Juan Carlos lejos de la capital del Principado, al contrario de sus números como local. Solamente el primer y segundo clasificados, Levante y Girona, han perdido menos partidos en sus respectivos feudos y únicamente dos competidores han salido triunfantes de sus visitas al Nuevo Carlos Tartiere, el Reus y el Córdoba, nadie del otro mundo.

; Será baja el director de la orquesta, Lucas Torró y aunque es pronto para evaluar la influencia de sus fichajes del mes de enero, tanto Saúl Berjón, aquel carrilero zurdo que brilló en el Eibar, como Borja Domínguez, recién incorporado del Córdoba, podrían tener su oportunidad inicial. La verdad es que el conjunto carbayón defraudó en su visita a Son Moix con motivo de la tercera jornada de liga, donde arrancó un inmerecido punto sin goles. Pero los tiempos y las circunstancias van a ser muy diferentes. La prudencia aconseja reconocer la dificultad del lance, pero sin anticipar acontecimientos.