Los arrestados -un hombre y una mujer residentes en el Polígon de Llevant- propusieron a una de las víctimas la creación de esta página y el hombre se encargaría de la gestión. Además, les hicieron creer que una supuesta trabajadora de la página los había denunciado y que tenían que pagar a la Policía y a la Fiscalía para que nos les quitaran su casa.
La segunda estafa se materializó en forma de "un bar" que nunca existió. La pareja les hizo creer que lo había tenido que cerrar y vender por 30.000 euros. Con ese dinero, supuestamente, pagaron a la fiscalía para solucionar los supuestos problemas que tenía con la justicia.
Pero no quedó ahí la cosa. Los perjudicados llegaron a sufragar los gastos de la enfermedad de corazón fingida de uno de los detenidos. Madre e hijo se vieron abocados a una vida muy precaria.