Aligi Molina, al margen de la Ley

El concejal de Palma Aligi Molina, responsable de Igualdad, Juventud y Derechos Cívicos, ha protagonizado un nuevo episodio de situarse voluntaria y conscientemente al borde de la Ley. El joven regidor tiene querencia a infringir las normas. Ya resultó condenado por asaltar, junto a otras 43 personas, el despacho del conseller de Educación del Govern de les Illes Balears el 22 de mayo de 2012. Se le impuso una pena de multa de 720 euros que se negó a pagar, en un ejercicio de insumisión impropio de un representante público, lo que obligó al juez a proceder al embargo de su nómina. Como les viene informando mallorcadiario.com, el joven político de Som Palma ha sido “pillado” circulando en bicicleta por la acera justamente el Día sin coches, comportamiento que constituye una infracción castigada con multa de entre 60 y 120 euros.

Aligi Molina acredita sobradamente una manifiesta falta de idoneidad para ocupar un cargo en el equipo de gobierno de Cort

Aligi Molina acredita sobradamente una manifiesta falta de idoneidad para ocupar un cargo en el equipo de gobierno de Cort, con una trayectoria plagada de vulneraciones que le sitúan al margen de la Ley y que debieran llevarle a abandonar voluntariamente su cargo de edil por responsabilidad y dignidad propia. No es admisible que un concejal se ponga por montera las ordenanzas municipales y conduzca su bicicleta por un lugar que a las bicis les está vetado, las aceras destinadas a los peatones. Que lo hiciera en el Día sin coches es aún más grave, pues si un día hay para que las bicis circulen por la calzada, ese día Aligi decidió hacerlo por donde no se puede porque la ordenanza municipal lo prohíbe.

Aunque este parezca un episodio menor, no lo es. No cabe ninguna condescendencia con quienes se erigen en ejemplo de virtudes ciudadanas pero ignoran las normas que el resto de la ciudadanía está obligado a cumplir. Es denigrante para el Ayuntamiento que todo un concejal se conduzca de semejante modo y no asuma jamás la responsabilidad por sus actos, atrincherado en el cargo, por más que no se le conozca ninguna acción meritoria a favor de los vecinos de Palma digna de destacar. Aligi debe ser sancionado como lo sería cualquier ciudadano, pagar la multa y abandonar el equipo de gobierno de Cort por su persistente y evidente falta de idoneidad.