Los pasajeros del vuelo WS3472 de la compañía Southwest Airlines, que cubría la ruta de Nueva Orleans a Orlando, en Estados Unidos, vivieron momentos de auténtico miedo cuando, durante el viaje, se produjo una avería que llevó a una explosión. Tras ello, parte del motor izquierdo de la aeronave se desprendió, según informa AirLive.
El Boeing empezó a descender y las máscaras de oxígeno se desprendieron del techo. Una rápida reacción de los pilotos hizo que la aeronave se estabilizara y aterrizara de emergencia en Pensacola, estado de Florida. Un portavoz de Southwest Airlines ha indicado que el capitán del vuelo tomó la decisión de desviar el avión “debido a un problema mecánico con el motor número uno".
Antes de que la nave aterrizara, los viajeros gritaban y lloraban. "Fue una fuerte explosión (…) Hubo un poco de humo. Vi partes que salieron volando porque estaba justo al lado de la ventana", comentó una mujer.
Todas las personas que se encontraban a bordo, 99 pasajeros y 5 miembros de la tripulación, resultaron ilesas.