La historia se repite

Cuando el consejero delegado del Mallorca se expresa en términos como los que se reproducen en las redes sociales –“queremos gente que no piense en el Paseo Marítimo o en jugar al golf”- invita a los lectores y oyentes a ponerle nombre a los asíduos de cada zona. En algún caso la indirecta, muy directa, se contradice con ofertas públicas de empleo “en el puesto que quiera y cuando quiera”. Si Maheta Molango hiciera caso omiso de la historia que le han contado, tanto la muy pretérita como la más reciente, y se ocupara y preocupara de conocer hasta sus últimas consecuencias aquello que nadie ha escrito que, por supuesto, suele ser lo más importante, al menos generaría una corriente de mayor simpatía de cara a su aparente buena voluntad y capacidad de trabajo siempre que tomara las decisiones que le han impedido o no ha querido afrontar.

Unos de los capítulos del centenario iría dedicado a aquel restaurante hoy desaparecido que gozó de prestigio social y gastronómico, La Casa Gallega de Amador Cortés, un ex futbolista que llegó al club procedente del Atlético de Madrid y que, pese a jugar apenas dos temporadas, echó raíces en Palma. Su condición, acompañada de su pasión por el fútbol, hizo que aquel templo culinario sirviera de habitual lugar de reunión para los entrenadores y algunos jugadores de primer nivel que pasaron por la Isla. A tal apadrinamiento deben desde Paco Higuera a Francisco Buyo una gran parte de lo que después sería su fenomenal carrera, pero lo que allí se terciaba no era siempre bueno pues, como en todas partes, también menudeaban almas “caritativas” decididas a emponzoñar el vestuario y otras áreas al más alto nivel.

Los ciclos históricos se repiten inexorablemente e igual que la evolución social y carácter humanos no han avanzado casi nada en más de veinte siglos, de manera que ahora mismo se reproduce una situación muy parecida con centro en otro emporio del buen comer. Y ¡ojo! porque estas células pequeñas al principio y aparentemente inofensivas, acaban derivando en un mal mayor cuando no una infección generalizada.