Estos trabajadores se encargan de la selección de los materiales valorizables que entran en las plantas situadas en Bunyola y Santa Margalida, así como de la reutilización de los residuos voluminosos -mobiliario y electrodomésticos- que posteriormente se comercializan en los puntos de venta que gestiona la Fundació Deixalles en diferentes localidades de Mallorca.
Desde el área social ambas entidades supervisan el cumplimiento de los objetivos del proyecto, en especial los referidos a los procesos de inserción social de las personas, la ayuda para la conciliación de la vida laboral y familiar, el desarrollo de hábitos laborales y sociales que garanticen el mantenimiento futuro del puesto de trabajo, y la orientación para la búsqueda de otros empleos de más calidad a través del servicio que a tal fin dispone la Fundació Deixalles. Otro aspecto a destacar en el trabajo con los colectivos de inmigrantes ha sido la mediación social para promover un modelo de convivencia dentro de las plantas que sirva de ejemplo fuera del entorno laboral. Esta labor ha estado orientada a fomentar un ambiente intercultural y de gestión de la diversidad dentro de los centros de trabajo.
En las instalaciones de MAC Insular han llegado a convivir más de 20 nacionalidades, y casi la mitad de la plantilla estaba compuesta por inmigrantes. Por último, la formación continua de estos colectivos se ha considerado prioritaria como herramienta para garantizar la igualdad de oportunidades. Se han realizado una media de 45 acciones formativas al año, la mayoría relacionadas con cuestiones específicas del trabajo, con la prevención de riesgos laborales, y con aspectos sociales y de actitud en el entorno laboral.
Con estos resultados se han cumplido con creces los objetivos marcados al inicio de la colaboración. Ambas entidades han renovado su compromiso con la inserción socio laboral de las personas menos favorecidas