Camps: mucha transparencia y poca luz

La ropa sedosa y las trasparencias de poco sirven si no hay luz suficiente. Esto que resulta bastante lógico, es lo que Esperança Camps tenía que haber sabido antes de asumir su cargo de consellera de Participación, Transparencia y Cultura del Govern de les Illes Balears. Ha querido mostrarlo todo pero sin que hubiera la luz suficiente para que se pudiera apreciar convenientemente, con lo que sus esfuerzos en procurar transparencia han servido de poco.

Camps creyó que con su trayectoria periodística en Canal 9 era más que suficiente, pero pecó de ingenuidad política y de no darse cuenta de que ella sin el partido político que la propuso para el cargo, Més per Menorca, no era nadie. Se marcha cargando contra casi todos los altos cargos de la conselleria, a los que acusa de sabotearla, de filtrar mentiras y rumores malintencionados. Pero lo cierto es que en ningún momento fue capaz de hacerse con el control de su departamento, aunque fue la última en enterarse.

Como siempre en la gestión política ha tenido aciertos y errores. Los aciertos los apuntó ella misma en su despedida, como dedicar muchos esfuerzos a la cultura y no tantos al deporte; o el reingreso de Balears en el Institut Ramón Llull, por citar algunos. Los errores vinieron desde IB3, al tratar de orientar la programación e indicar los programas que debían desaparecer de la parrilla o los que debían ser potenciados, como ya informó mallorcadiario.com.

En todo caso hay que reconocerle la honestidad de arrojar la toalla al verse sin el apoyo de su propia formación política, aunque haya sido con tan poca elegancia y arremetiendo contra quienes sí se quedan al frente de sus responsabilidades y también contra la prensa, a quienes veladamente acusó de no contrastar las informaciones. Olvida que a menudo el afectado o afectada es la última que se entera.