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En un momento dado, el '14'

sábado 26 de marzo de 2016, 01:00h

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Johan Cruyff ya la debe estar liando parda allá donde haya ido a parar tras traspasar la línea que separa a los vivos del resto. Esté donde esté seguirá siendo un tipo genial y obrará como hacen todos los genios. Expondrá lo que tiene idealizado en la cabeza y seguro que será una revolución. Será especialmente irónico a la hora de atacar al enemigo. Se vendrá arriba porque se sabe admirado pero al mismo tiempo hará llegar su afecto y su cariño a los más allegados, eso sí, a su manera, a la de los genios.

La actual directiva del Fútbol Club Barcelona cometería un error gravísimo si no acepta la propuesta que ya se ha puesto en marcha para poner al Camp Nou el nombre de Johan Cruyff. Si lo hace, no tendrá oposición en el barcelonismo. Si no lo acepta, reabrirá las viejas heridas que los títulos dejaron atrás en la entidad barcelonista.

El 'holandés volador' deja un infinito de aciertos y frases legendarias que estos días todo el mundo se apresura a repasar

Es cierto que la figura de Cruyff como entrenador y como 'entorno' fomentó la división en el barcelonismo. Llegó de la mano de Núñez y acabó a guarrazos dialécticos con el expresidente condenado. Muchos tampoco le perdonan fichajes alocados como los de Angoy, su hijo Jordi, Hagi, Prosinecki, Kodro o Escaich. Tampoco ayudó mucho enfrentándose a Sandro Rossell.

Sin embargo, el 'holandés volador' deja un infinito de aciertos y frases legendarias que estos días todo el mundo se apresura a repasar. Los barcelonistas no necesitan tales repasos porque ya los llevan metidos en la piel, aquella que era "de gallina".

Se ha ido el único de los grandes que puede llevar en la maleta de su último viaje la etiqueta de 'Reinventor del fútbol'. Di Stéfano, Pelé o Maradona fueron muy grandes, los más grandes junto al '14', pero ninguno reinventó el fútbol. Ninguno apostó por el 3-4-3 jugándote la vida en cada partido, ninguno prefirió el 5-4 al 1-0, ninguno pedía a sus jugadores cuando ganaban 4-0 que chutaran al palo en lugar de a la red porque le gustaba escuchar el "oooohhhh" del Estadio. Pero, sobretodo, a ninguno se le ocurrió lo que muchos han hecho después: reubicar a un extremo puro como lateral. Ya es de uso común, como muchos otros inventos de Johan.

Lo mismo sucedió con el 'tiki-taka'. No. No lo inventó Guardiola. Es de Cruyff.

Se han ido los dos mitos, el Cruyyf jugador excepcional y el Cruyff visionario como técnico. Tras su muerte, se sugiere el mejor de los homenajes posibles: volver a ver el mítico 4-1 del Barça al Dínamo de Kiev en el Camp Nou del 29 de septiembre de 1.993 ante 100.000 espectadores. Seguramente, la mejor obra del artista. En Youtube lo encontrarán (muchos lo conservan aún en VHS).