Cortinas de humo

Florentino Pérez aplica un sistema infalible cada vez que necesita desviar la atención sobre algún hecho inconveniente para su club, ya sea una derrota o cualquier conflicto. Automáticamente filtra el interés del Real Madrid por un futbolista de renombre, ya sea cierto o no.

La derrota del Mallorca frente al colista el pasado domingo ha escocido y mucho porque, decepción aparte, ha obligado a Fernando Vázquez ha asumir las primeras críticas a sus decisiones y a sus métodos.

No cabía esperar que todo lo que le ocurriera a la mente pensante fuera montar una rueda de prensa innecesaria para explicar obviedades y, esencialmente, para dar a conocer un organigrama deportivo en el que no solamente se equipara el nivel del director deportivo con el del técnico gallego, sino que Miguel Angel Nadal ni siquiera aparece. No sabemos si por no haber sido invitado o por inciativa propia. Aparte, el papel teórico que se le adjudica es el de “buscar” los jugadores que le pida el entrenador, mientras que Gabi Vidal pasa a ser coordinador de los ojeadores. Ah y falta designar uno para la zona norte por lo que lo más lógico habría sido esperar a tenerlo para montar le pantomima.

Sólo faltaba que ahora nos quieran convencer de algún de haber descubierto la pólvora, como si nadie hubiera montado antes una estructura igual o mejor. Nando Pons, sin ir más lejos, que dispuso de un equipo excepcional en el que hacían seguimientos profesionales como la copa de un pino y del carácter de Miguel Magaña, Gustavo Siviero, Paco Navarrete, Manolo Molina, etc. De verdad, sin salir de la isla hay gente para tales menesteres sin necesidad de ir a por ellos en Alemania, Inglaterra o San Petersburgo. Y, por cierto, ¿no era Iván Campo quien debía ocuparse de la Premiere o cobra sólo para representar al club en los desplazamientos?. Bueno, también es cierto que los hay que ponen la cuchara por mucho menos, pero esperábamos que Maheta Molongo acabara con ello y lamentablemente parece estar para otras cosas, al menos por ahora.

Para este viaje no era preciso tanto ruido. Mejor que el caos organizativo de Claassen siempre será, por supuesto, pero superar eso no era tan complicado.