Era cuestión de tiempo que el president José Ramón Bauzá asumiera que el órdago que le habían planteado el conjunto del empresariado balear a cuenta de los nuevos impuestos medioambientales sobre los rent a car, los envases, el agua y los aparcamientos de las grandes superficies comerciales, podía costarle el cargo. Percatado de que un divorcio así entre el electorado natural del Partido Popular no puede sostenerse por mucho tiempo, ha decidido entregar la cabeza del vicepresidente Aguiló, cerebro de los nuevos tributos, para salvar la suya propia.
En cuanto Madrid ha revisado el objetivo de déficit, lo que no hace imprescindible los nuevos tributos para cuadrar el presupuesto, Bauzá aprovecha la circunstancia y cesa a Josep Ignaci Aguiló. También sustituye a Rafel Bosch, a quien la situación en Educación y en materia de lengua había dejado abrasado políticamente. Y también al conseller Simó Gornés, quien desde la aprobación de la controvertida Ley de Función Pública había prácticamente desaparecido.
En la entrevista que hoy mismo publica Mallorcadiario.com, Bauzá reconoce que no se estuvo a la altura en el asunto de los impuestos y que falló el diálogo con los implicados. Es la única concesión a la autocrítica que en esta materia hace el president, lo que deja la vía libre a la retirada del proyecto de los nuevos impuestos o a su modificación sustancial, de forma que el empresariado vuelva a confiar en el Partido Popular.
Este es el Govern que ganó holgadamente las elecciones autonómicas en marzo de 2011 con la promesa de que no crearía puestos de trabajo directamente, ni subvencionaría la actividad empresarial, sino que pondría todas las facilidades para que fueran los empresarios quienes lo hicieran. Esta crisis de gobierno permite, a costa de tres consellers y de algunos segundos espadas como César Pacheco, vetado por los comerciantes, regresar a los postulados políticos que le son propios y al cumplimiento de su programa electoral, programa del que Bauzá no debió apartarse nunca porque es el contrato que le legitima ante la ciudadanía.