El exdelegado de Hacienda de las Islas Baleares Raúl Burillo ha cogido el gusto a lo mediático. Alabado hasta la saciedad por redactores de un medio de comunicación con edición para las Islas Baleares debido a la fuente de información privilegiada que le suponía, ahora se muestra en su blog muy contento por el hecho de haber sido elegido por el programa de La Sexta Salvados para realizarle una entrevista que se emitió el pasado día 2 de diciembre. “El reflejo de mis ideas, equivocadas o no, aparecieron en un programa de televisión de gran audiencia con la consiguiente convulsión personal” afirma Burillo en su página personal.
Burillo compara su conversación con Jordi Évole con una escena de dialéctica clásica al asegurar que la técnica utilizada por el conductor de Salvados en la entrevista es la que utilizaba Sócrates y describe Platón en los “Diálogos”. En un acto de alabanza a quien decidió entrevistarle, Burillo se coloca como “falso sabio” y califica a Évole de “ignorante falso”.
El tema de la entrevista era hablar del fraude fiscal, pero Burillo no perdió ocasión para hablar de su paso por las Islas Baleares. A través de las preguntas que le realizó Jordi Évole, el exdelegado alardeó de la complicidad y acción en bloque entre Hacienda, Policía Judicial y Fiscalía Anticorrupción para investigar a Iñaki Urdangarin y Jaume Matas, obviando que tal coordinación la tendría que llevar a cabo el juez. “Casi nada se nos resistía” aseguró Burillo, lo que denota la existencia de una idea preconcebida.
Durante la conversación, Burillo deja entrever que considera que antes de su llegada la delegación de Hacienda de Baleares no atendía a peticiones de investigación, algo que deja en entredicho la labor de los que le precedieron y de aquellos que hoy ocupan su lugar. De hecho, asegura que él creó la Unidad de Investigación del Fraude cuando ésta realmente ya estaba creada antes de su llegada y además él no tenía la potestad para hacerlo. “Hay un momento en que uno decide crear…” es la frase utilizada por el zaragozano.
Investigar a Urdangarín y a Matas le ha costado, según él, su puesto de delegado. No obstante, entra en contradicción porque en su blog había publicado que había sido él mismo quien había pedido su traslado.