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A Bauzá le crecen los enanos por todas partes, y parece que se ha empeñado en quedarse contemplando cómo le salta la legislatura por los aires. O esto, o le han echado mal de ojo.

En poco tiempo, el presidente del Govern y del PP balear está viendo como se multiplican los frentes abiertos. El tema de la farmacia y la vinoteca se arrastra porque la oposición insiste, pero también porque él no lo ha cortado por lo sano aportando la documentación necesaria.

Pero, claro, todo esto no es nada si vamos apilando situaciones comprometidas: Pere Rotger, imputado. Rodríguez, imputado. El sector turístico (!los hoteleros!), a la greña. Dos consellers, de divertimento en Cabrera a base de langosta y Moët. Los presupuestos obligan a que nuestra vida sea aún más difícil. Nos salimos del IRL "por razones políticas". Parte del PP le discute el código ético. Da para suspirar, ¿verdad?

Bauzá fue muy valiente eligiendo a los que serían -y la mayoría aún son- miembros del Consell de Govern. El diseño del mismo no dejaba lugar a dudas: un vicepresidente económico porque la legislatura iba "de cuadrar las cuentas". Y así está siendo. El presupuesto se va ajustando según lo previsto. Aplauso. Pero...¿Y de hacer política, qué?

Como en el fútbol. Sales al campo con una alineación y una táctica para sacar un empate, y a los diez minutos te meten el 1 a 0. Y encima tu plantilla está concebida para jugar al "amarrategui". No quisiste fichar buenos delanteros.

Ocupado en la gestión y en los números, parece que al president se le escapa todo lo demás. No se ve reacción ni autoridad en la resupuesta de Bauzá en la lista de asuntos que aparecen con polémica incluída.

A ver qué reacción da el equipo en lo que queda de partido. Toca actuar. Igual hay que fichar en el mercado de invierno.