El vestuario y la apariencia de un político es y será siempre un tema polémico, el candidato o representante debe ir en sintonía con el imaginario colectivo, lo que significa ir de acuerdo con la opinión de sus votantes, su cargo de representación futura o presente debe coincidir con la personalidad política perfecta imaginada por éstos.
En días pasados Inmaculada Rodríguez Piñero, Secretaria de Política Económica y Empleo del PSOE ofrecía una imagen poco convencional en su intervención ante los medios de comunicación, en ellos hacia una fuerte crítica a los presupuestos del Estado, lo inesperado es que lo hacía enfundada en una camiseta de Roberto Verino, una prenda que ronda aproximadamente los 90€.
Para los no conocedores, Roberto Verino oriundo de Galicia, es uno de los diseñadores más emblemáticos de la cantera de diseño gallego, irrumpió con fuerza en la moda española de los años 90 con gran visión empresarial, su firma es una de las de mayor éxito en el panorama de la moda Made in Spain, según palabras del propio diseñador él viste a una mujer “que ha tomado protagonismo dentro de la sociedad, que es dinámica y activa” quizás esto es lo que pensaba reflejar la Sra. Rodríguez Piñero con su vestuario, en mi opinión ha errado el mensaje.
Según los expertos, políticos de derechas y de izquierdas no se visten de manera profundamente diferente, añadiría que no diferente pero sí diferenciada, aunque de eso hablamos largo y tendido otro día.
Lo cierto, es que me parece contradictorio que la Sra. Rodríguez Piñero, utilice un atuendo que denotaba frivolidad por su parte ( la marca llamaba poderosamente la atención) sobre todo al hablar de problemas económicos, y mucho más si tenemos en cuenta que un alto porcentaje de sus votantes o no tienen presupuesto para comprarse una camiseta de esa firma o simplemente no se vestirían con ella, el lenguaje del vestuario utilizado por la Secretaria de Política Económica del PSOE ha sido inadecuado para la ocasión.
Sería mejor que en lugar de vestirse de Roberto Verino y criticar sin aportar propuestas, el PSOE diera explicaciones sobre su gestión en temas económicos, la memoria en el imaginario de su pasado inmediato es muy corta, ya han olvidado cuando su líder José Luis Rodríguez Zapatero, promulgaba a los cuatro vientos que España jugaba en la Champions League de la economía internacional, a lo mejor es que jugaba de rebajas y ese detalle no lo explicó.
En otro territorio pero no por ello menos importante, alguien dijo que daría estabilidad a cierta empresa pública de las islas baleares, prácticamente garantizando a los que escucharon esas declaraciones que tendrían trabajo para “toda la vida”, eso incluía a las empresas proveedoras de dicha empresa, convertidas hoy en un lobby de presión que no ha conseguido ni consigue nada, es inaudito que hasta ahora nadie haya preguntado en que quedaron dichas promesas?.
Si seguimos con la lista, uno de los personajes políticos de nuestras islas, tiene que ser concienzuda y comenzar a dar explicaciones sobre como unos jardines, precisaron un suelo (Mallorca) y un clima adecuado ( gobierno anterior) para florecer ( subvenciones) y dar fruto (beneficios).
Por otro lado, los sindicatos que ahora van de iluminados y de victimas, cuando acudían a las mesas de seguimiento de la económica balear, guardaron silencio y no advirtieron tanto en Madrid como en Baleares de que avecinaba una de órdago.
Los cadáveres dejados por el PSOE y la izquierda son demasiados, no es extraño que dada su pésima gestión en anteriores legislaturas, haga que poco a poco se hundan en las encuestas.
Después de tan tremenda gestión y ante la situación en que nos encontramos, opino que España necesita unidad, necesita un discurso y emoción de país, necesita la misma unidad que tuvo Inglaterra durante los bombardeos de Hitler, necesita que todos vayamos a una como fuente ovejuna.
La crisis la pagamos todos los españoles y nuestro país se merece una oposición con miras más altas que la crítica destructiva, necesita que se preocupe por lo que ocurre a su alrededor, lo que ocurre a sus conciudadanos y no que solo se preocupe de ocupar un cargo.
No es una cuestión de ideologías sino una visión y cuestión de Estado, como dice el tango: la lucha es cruel y es mucha, no podemos perder más tiempo en lamentaciones, hay que ir a la acción, pero no una acción incontrolada como ocupar y robar supermercados, las protestas y opiniones siempre dentro del funcionamiento y sistema del estado. No podemos convertirnos en unos salvajes maleducados, ahora más que nunca hay que establecer o modificar los sistemas y leyes, hay que instituir formas que permitan a España funcionar y ser mejor.