“En veinte o treinta años, el cáncer de mama dejará de matar y podrá ser curado totalmente o manejado como una patología crónica” así de tajante se muestra el oncólogo Javier Cortés Castán al considerar que los avances actuales ya permiten que muchas pacientes con cáncer de mama metastásico tengan una elevada esperanza de vida”.
Cortés Castán, especialista del Instituto Oncológico Baselga y del Servicio de Oncología del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, ha lamentado que “uno de los principales problemas que tenemos a la hora de luchar contra el cáncer de mama es la propia capacidad de las células tumorales para resistir a los tratamientos”.
Por ello, “se está investigando mucho para entender bien las características y comportamiento de los distintos tipos de cáncer de mama; y no sólo eso, sino también los tratamientos que más eficazmente pueden actuar contra cada uno de esos tipos de cáncer de manera individualizada. Asimismo, se está haciendo un gran esfuerzo científico para identificar las resistencias de los cánceres de mama con la proteína HER 2 y los mecanismos capaces de inhibir dicha resistencia”. La última de las líneas de investigación “se refiere al trabajo que se está desarrollando con el fin de revertir las resistencias contra los tratamientos hormonales”.
Para lograr este objetivo, el experto ha hecho hincapié en que todos los actores implicados en la lucha del cáncer de mama “no decaigan en su esfuerzo a causa de la crisis económica y sigan apostando por la investigación, desarrollo e innovación, ya que se trata de una inversión en salud que no sólo permite salvar vidas, sino también mejorar la eficacia y eficiencia del sistema sanitario”.