El Ayuntamiento de Madrid utilizará la fórmula del concurso -y no de la subasta- para enajenar 15 parcelas edificables de propiedad municipal; la misma que utilizó Maria Antònia Munar para la venta de los solares de Can Domenge. En Madrid como en Mallorca. Otra coincidencia: en el principio del proceso de enajenación ni aquí ni allí se produjo observación o queja alguna por la elección del método del concurso -y no de la subasta-.
Durante la instrucción del Caso Can Domenge, tanto la jueza Maria del Carmen González Miró, como las acusaciones (Núñez y Navarro, y el Consell de Mallorca) tacharon de ilegal la utilización del procedimiento del concurso en lugar de la subasta. Pues bien, Ana Botella sacará a concurso 15 solares para aumentar los ingresos del Ayuntamiento de Madrid.
Y el precio por metro cuadrado se asemeja bastante en ambos casos: Can Domenge se adjudicó por 30 millones de euros (49.000 m2) y este paquete de parcelas madrileñas reportarán a las arcas municipales 15 millones de euros (20.000 m2).
Se trata de un proyecto que pretende ingresar cerca de 15 millones de euros. Ofrecerá dos parcelas de uso industrial y 13 de uso residencial. Los solares en cuestión están emplazados -según El Confidencial Autonómico- en los distritos de San Blas, Moncloa-Aravaca y Vicálvaro. Suman 20.504 metros cuadrados edificables.
Ya hay 12 empresas interesadas en obtener la licencia de estas parcelas, que se ofertarán en el mes de junio para salir a concurso en septiembre.
La enajenación de los solares de Can Domenge se produjo a través de un concurso porque se atendía a diversos criterios de valoración, y no sólo el económico. En este sentido, y como recuerda Joan Miquel Perpinyà en su libro "La batalla de Can Domenge", el Pliego de Condiciones del concurso de Can Domenge establecía que la normativa aplicable al caso sería el Reglamento de Bienes de las Entidades Locales y la Ley 33/2003, de Patrimonio de las Administraciones Públicas. El artículo 137.2 de esta Ley dice: "el procedimiento ordinario para la enajenación de inmuebles será el concurso, y que en este caso, la adjudicación recaerá en el licitador que, en su conjunto, haga la licitación más ventajosa, teniendo en cuenta los criterios que se hayan establecido en los correspondientes pliegos".
En el caso de Can Domenge sí había criterios de adjudicación más allá de los económicos. Situación que, en cambio, no parece darse en el caso de los solares que ofertará en breve Ana Botella en el municipio madrileño.