“Un quirófano para los niños” en Son Espases es en estos momentos
un clamor de la sociedad civil, una reivindicación que tanto la anterior Conselleria de Salut como la actual, desoyen, por lo que,
cansados de ser ignorados, sus promotores han creado, bajo este lema, una página en
Facebook que supera ya los
3.300 seguidores y que denuncia la “falta de sensibilidad de los políticos hacia un tema que incide directamente en los más pequeños y vulnerables”.
El doctor
Ignacio Gálvez, anestesista pediátrico y
alma mater de esta página, recalca que la única intención que persiguen es
mejorar “las condiciones de los niños, que en estos momentos se encuentran muy mermadas”, porque la falta de un quirófano de pediatría, con acceso propio y decorado con motivos infantiles,
influye negativamente en sus necesidades “familiares, afectivas y sociales”.
Lo cierto es que, como señala el doctor Gálvez,
con el traslado de Son Dureta a Son Espases se ha dado un paso atrás en este campo, porque “es inconcebible que de tener un hospital infantil hayamos pasado a otro en el que
ni siquiera se ha habilitado una sala de anestesia y un quirófano específico para los más pequeños, pese a que desde el primer momento hemos puesto esta carencia en conocimiento de la Administración, que se ha limitado a ignorarnos, aunque éste es el centro hospitalario en el que se interviene a todos los niños de Baleres”.
La situación está generando
un profundo malestar entre los profesionales y los padres que no entienden que la Conselleria de Salut no habilite un espacio quirúrgico propio en el hospital, cuando los niños están separados de los adultos en todos los demás niveles, desde urgencias hasta hospitalización, Unidad de Cuidados Críticos o consultas externas. Son lugares “
diseñados y decorados especialmente para ellos, con el fin de hacer su estancia lo más cómoda y lo menos traumática posible”, asegura el doctor Gálvez.
Sin embargo,
cuando llega la hora de una intervención, los pequeños son conducidos, sin el apoyo de sus padres, por un lugar inhóspito y frío, situados junto a los adultos, viendo cosas que no tienen que ver y escuchando otras que no tienen que oír. “Una situación completamente inapropiada que nadie tiene interés en solucionar”.
El doctor Gálvez defiende
un espacio decorado con motivos infantiles, en el que los padres puedan permanecer con su hijo hasta el momento en el que es introducido al quirófano, porque “queremos que el niño se duerma con su padre o su madre al lado, confortado y sin miedo, y se despierte de la misma manera”. Pero, “
no hay interés ni voluntad alguna de llevarlo a cabo.
Y, lo peor de todo, es que
en Son Espases hay salas cerradas, que podrían habilitarse con un coste mínimo y poner fin a la situación actual, “totalmente inaceptable”; eso, por no hablar de que “
nos falta material fungible para los niños, porque no todos tienen ni el mismo peso ni miden lo mismo. Es preciso contar con material específico y poner fin a las carencias que tenemos actualmente”.