Un trabajo de la
Universidad de Surrey, en Reino Unido, ha revelado que comer mientras caminas no ayuda a perder peso sino que, al contrario,
puede favorecer la obesidad ya que al final propicia una mayor ingesta de alimentos al final del día. Además, según los resultados publicados en la revista 'Journal of Health Psychology', también han visto que esta actividad lleva a comer más que otras situaciones habitualmente también asociadas a un mayor consumo, como ver la televisión o mientras hablas con un amigo.
Para este curioso estudio, los investigadores
analizaron a 60 mujeres a las que, con independencia de que estuvieran a dieta o no, se les dio una barra de cereales para que se la comieran en tres situaciones diferentes: mientras veían cinco minutos de la serie 'Friends', mientras caminaban por un pasillo o mientras permanecían sentadas charlando con un amigo.