www.mallorcadiario.com

Cuestión de principios

jueves 06 de agosto de 2015, 17:12h

Escucha la noticia

Vaya por delante que nunca he sido admirador, políticamente hablando, de Antonio Miguel Carmona. Me parece que, en ocasiones, sus discursos son excesivamente coloquiales y utiliza con demasiada frecuencia el recurso del chascarrillo y la broma fácil. Cae simpático y da juego en las tertulias, es verdad, pero me parece algo forzado en ocasiones.

Otra cosa es la cuestión personal. No ha tenido ocasión de tratar personalmente al Sr. Carmona, pero conozco a varios de sus alumnos. Y todos hablan maravillas de él. Todos. Tanto las personas de izquierdas como los de derechas. Por eso, por referencias, me consta que es una persona justa y honrada.

Todos los elogios que recibe de sus alumnos quedaron, a mi juicio, demostrados en la rueda de prensa que dio el otro día tras ser destituido de su cargo en la ejecutiva socialista de la Comunidad de Madrid. Es la primera vez, que yo recuerde, que una persona salga ante la prensa y diga que, a cambio de dejar su cargo, le han ofrecido un cargo en el senado. Que ha rechazado. ¿Cuánto se cobra en el senado? No tengo el dato concreto, pero según ABC cobran 2.813 euros más las famosas “dietas”. Un buen sueldo, claramente. Pues bien, este señor ha renunciado a cobrar esa asignación y ha manifestado su deseo de continuar desempeñando la función que le han encargado los madrileños.

Ciertamente me parece un caso digno de elogio. Estamos cansados de escuchar a políticos que, en abstracto, hablan de su vocación de servicio y de que su objetivo vital es el de servir a los ciudadanos. Pero, en la mayoría de los casos, son afirmaciones vacuas. Brindis al sol. Nada que se concrete en renunciar a un sueldo público a cambio de llevar a término la tarea que los electores les han encomendado.

Además, Carmona no tuvo ningún reparo en reconocer que en la campaña electoral fue “pésima”, pero que él siempre tomó las decisiones que “siempre se han indicado por la dirección federal, que han sido votar a favor de Ahora Madrid sin entrar en el gobierno”, afirmando que el fono de lo ocurrido fue “una cuestión interna, de división del partido”. Ahí lo dejó.

Carmona tuvo una papeleta complicada, la verdad. Si no apoyaba a Ahora Madrid ganaba Esperanza, que es uno de los símbolos del Partido Popular. Si les apoyaba, a mi entender, daba la impresión de que el PSOE iba a apoyar a PODEMOS y, además, hacía que se les viera cómo una alternativa plausible y razonable para gobernar. Cuestión compleja, evidentemente.

Espero que Carmona se quede, luche y ocupe un puesto importante en el Partido Socialista. Hace falta gente íntegra en todas las siglas políticas.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios