Tendrán que ser más cañas

Aurora Jhardi se ha metido en un jardín y ya busca la salida sin ensuciarse demasiado los zapatos. No me tomaré una caña con ella en una terraza del Borne para que me convenza de que hay que suprimirlas todas. No será necesario, aunque mantengo la propuesta. Ella tampoco parece ya tan convencida. Menos mal.

Pero cañas tendrá que tomarse algunas según se desprende de sus explicaciones en el pleno municipal de esta semana. La concejal ha anunciado un "proceso de diálogo" con vecinos, comerciantes, restauradores y el resto de entidades (ARCA) involucradas o relacionadas con este asunto.

¿Creen ustedes que algún vecino se va a quejar? ¿Creen que lo harán los restauradores o los comerciantes?. No. Sólo se quejará ARCA, que nos quiere forzar a pasear bien anchos por el Borne.

A unos y a otros, sólo un poco de memoria o de hemeroteca: revisen, por favor, todas y cada una de las fotografías del Borne con sus terrazas que hemos publicado los distintos medios de comunicación de la isla. Háganlo y comprobarán cómo se ve a la gente paseando sin estrecheces, sin roturas de cadera por los giros y sin tener que hacer cola para poder pasar por el espacio que deja a su lado cada una de las terrazas.

Y si no, se lo pongo aún más fácil. Dense hoy una vueltecita. O mañana. O pasado. Antes de septiembre. Verán.

No. No tengo ningún interés particular ni económico en la zona. De hecho, no conozco a ninguno de los propietarios de las terrazas a extinguir. Y cuando voy, pago. Y es demasiado caro.