Gobernar es también repartir cargos

Que PSIB, Més y Podem acuerden derogar el Decreto de Trilingüismo TIL, actualmente suspendido por el Tribunal Superior de Justicia de Balears y recurrido ante el Tribunal Supremo, además de la polémica Ley de Símbolos Institucionales, no es nada que pueda llevar a escándalo a nadie porque las tres formaciones lo llevaban explícitamente en su programa electoral. Hicieron bandera de la lucha contra esa normativa impulsada en solitario por el Partido Popular y es natural que consensúen su supresión tan pronto como les sea posible. Pero vayamos a los asuntos de calado.

Los partidos de izquierdas están posponiendo el espinoso debate del reparto de responsabilidades en las instituciones, más concretamente quién asumirá la presidencia del Govern, del Consell y del Ajuntament de Palma. Se aduce que es preferible concordar aspectos programáticos en los que hay plena sintonía, para abordar posteriormente los más espinosos como el inevitable reparto de cargos. Sin embargo, esa asignación de responsabilidades es algo que hay que hacer más pronto que tarde. Hace ya dos semanas que se celebraron las elecciones y se agota el plazo para llegar a acuerdos que permitan constituir mayorías estables que rijan las instituciones. Es hora de abordar los asuntos embarazosos y también de despejar las incógnitas que penden sobre los nombres que han de capitanear el pretendido cambio que PSIB, Més y Podem representan. Hay cargos que deben ser asumidos por personas propuestas por los diferentes partidos. No se puede seguir mirando hacia otro lado y no hay más tiempo que perder.