Hay que corregir
martes 26 de mayo de 2015, 01:48h
Tras el resultado electoral del 24-M que el presidente del Partido Popular de Balears, José Ramón Bauzá, no dudó en calificar de “mal resultado”, la Junta Directiva Regional se reunirá para analizar el veredicto de los electores y en su caso, adoptar medidas al respecto. El descalabro es monumental y se cierne sobre el PP un oscuro panorama si se materializan, como parece previsible, pactos entre las fuerzas políticas de izquierda para desalojar al PP de las instituciones, un objetivo que declararon públicamente antes de las elecciones.
En estos últimos 5 años el PP ha variado de modo significativo su posición política en determinadas materias muy sensibles, principalmente en cuanto a su política lingüística.
Esta mudanza ideológica se ha impulsado desde la dirección regional del partido y quienes se opusieron a ella fueron apartados sin contemplaciones. Se adujo con razón que así lo imponía el programa electoral de 2011. Pero 4 años más tarde el PP se ha dejado por el camino más de 74.000 votos y 15 escaños en el Parlament. Sin embargo una formación de centro-derecha regionalista, que se reivindica como heredera del PP de Gabriel Cañellas y que lideran dos de los antiguos barones regionales del PP laminados por sus discrepancias con la dirección, han obtenido 34.000 votos del caladero popular, especialmente en la Part Forana.
Es el momento de analizar con detenimiento las causas de tan gigantesca pérdida de apoyo electoral y de regresar a las posiciones ideológicas en las que siempre estuvo el PP balear, lo que le permitió ser una fuerza hegemónica tanto en Palma como en la Part Forana, así como también en Menorca e Ibiza. La escora tomada por los conservadores en materia lingüística para contentar al sector más españolista del partido ha dado un resultado catastrófico que conlleva la pérdida de la mayoría absoluta en la práctica totalidad de instituciones y pueblos donde hasta ahora se ostentaba. No queda más remedio que corregir.