Mi rollo es el rock. Y la incoherencia
miércoles 20 de mayo de 2015, 08:47h
El domingo por la noche sabremos ya qué deciden los ciudadanos y quiénes serán los encargados intentar de formar gobierno tanto en la región como en los consells insulares y en los ayuntamientos. Y a partir de ahí llegará el entretenidísimo periodo de negociaciones a la búsqueda de pactos, apoyos y mayorías suficientes para gobernar en las instituciones.
¿Qué escenario nos encontraremos después de que las urnas hablen? Es difícil decirlo. Hasta hace poco yo apostaba por afirmar que lo único cierto era que nadie obtendría mayoría absoluta en ninguna de las principales instituciones y ayuntamientos, pero visto lo visto en Gran Bretaña, ya empiezo a considerar como posible aunque nada probable esta opción. Vaya usted a saber.
Más probable será que, al final, en un sitio u otro acaben teniendo la clave de la gobernabilidad, y por tanto una gran cuota de poder, los nuevos partidos nacidos y crecidos a la oscura sombra de la crisis económica y de valores de nuestra sociedad. Si esto llega, cosa que ocurrirá en mayor o menor medida, supondrá la apertura de la caja mágica de las sorpresas. Porque nadie sabe a ciencia cierta cómo actuarán los nuevos partidos a la hora de tomar decisiones en temas más o menos importantes para la ciudadanía.
Les pongo un ejemplo práctico: el caso de Podemos bautizado aquí como Podem Illes Balears y en Palma de Mallorca con la marca blanca Som Palma debido a la prohibición del líder supremo Pablo Iglesias de presentarse a las municipales con las siglas del partido, no vaya a ser que se las ensucien.
El secretario general de Podemos/Podem en Baleares, el señor Alberto Jarabo, habla de la necesidad de reimplantar la ecotasa y nos dice que en absoluto será perjudicial para nuestra principal industria porque ellos van a acabar con los guetos turísticos para que todo sea turismo de calidad e integrado en la sociedad balear. Un turismo al que no le importará nada pagar más impuestos porque lo dicen ellos. Vamos, que Jarabo y los suyos si se hacen con la consellería de Turismo en el mercadillo de los pactos, digo yo que harán un decreto ley para derribar todas las edificaciones de Playa de Palma, Playa de Muro y Magaluf. Y así se acabará el todo incluido en Mallorca. Con un par.
Bromas a parte y por irrealizable que sea la propuesta de reconvertir el turismo balear para que sea, por arte de magia, un turismo de mayor calidad, que gaste más, que se integre y que pague gustosamente la ecotasa, la verdad es que la música suena bien. Todo estaríamos de acuerdo en este objetivo final. Si fuese realizable, claro.
Sin embargo, mientras secretario general del partido dice apostar por un turismo de calidad, el candidato a la alcaldía de Palma de Som Palma, es decir, de la marca blanca de Podemos, es decir, un destacado afiliado a Podemos, presenta como propuesta estrella de su programa el declarar a Palma “Ciudad Europea del Rock´n´Roll y el Heavy Metal” y proponen realizar conciertos y festivales en la capital.
No, no es una broma. Pueden tirar ustedes de buscador y ver la enfervorizada defensa de los derechos de los heavys que hacen los chicos de Podemos en Palma. Un colectivo marginado por el Ayuntamiento del Partido Popular, según denuncian. Y no les falta razón. Tampoco veo políticas específicas del PP en defensa de los amantes de la salsa cubana, o del jazz, o de la canción tradicional tirolesa.
No se si ustedes fueron nunca a un concierto de heavy rock. Yo si. A muchos: Me he visto en directo desde Iron Maiden a Fear Factory, de AC-DC -a los que volveré a ver ese año por enésima vez- hasta Deep Purple y de Barón Rojo a Rosendo. Y lo que se ve en estos conciertos es gente joven y no tan joven vestidos con camisetas negras y chupas de cuero si hace frío, botas y litrona de cerveza en mano. En muchos casos la indumentarias se completa con un cigarrillo de la risa en la otra. Turismo de calidad, lo que se dice turismo de calidad, no lo es. Es un tipo de público muy respetable, pero totalmente incompatible con lo que puede ser el turista de alto nivel adquisitivo que dice querer Podemos. Ese que hoy ya tenemos en Palma y que está en auge.
Así que yo me pregunto: ¿Qué modelo turístico defiende Podemos para Palma de Mallorca y para nuestras islas? ¿El de un turismo de alto poder adquisitivo, integrado y respetuoso como defiende Jarabo? ¿O un turismo de litrona cervecera, ya sea jebi español o oktoberfestero alemán? Yo no lo se. Y lo peor de todo es que ellos, tampoco. Defienden una cosa en su campaña para el Govern y la contraria en la campaña a Cort. Eso es una total falta de incoherencia.
Que las urnas nos pillen confesados. Y con el puño cerrado y el dedo meñique y el índice estirados. Haciendo cuernos, si.