El acusado de matar al empresario menorquín
Juan Mascaró en Ferreries en enero de 2013 ha asegurado este lunes
durante el juicio que le clavó un cuchillo y un hacha para defenderse de los golpes que le daba con un casco de moto durante una pelea tras un accidente de tráfico.
"Yo me veía muerto", ha dicho C.C.T.G. en su declaración ante el tribunal del jurado en la primera jornada del juicio que se celebra en la Audiencia de Palma, donde ha admitido que agredió a Mascaró, pero ha dicho que fue para defenderse tras un accidente fortuito y no después de haberle embestido a propósito con su coche, como sostienen la Fiscalía y la acusación particular.
"Yo le metí dos o tres con la izquierda, con el hacha, y nunca le tiré a la cabeza. Si lo hubiera ido a matar, le tiro la primera a la cabeza y lo dejo seco", ha relatado sobre la trifulca que acabó con la muerte del empresario, que mantenía una relación sentimental con la exmujer del acusado.
"Llevaba años diciendo que me lo iba a cepillar", ha admitido el acusado, quien ha detallado que el día del asesinato había bebido alcohol, fumado marihuana y había tomado el cuádruple de la dosis de una medicación que tenía prescrita por la depresión que sufría tras su separación.
El fiscal Eduardo Norro ha explicado al jurado que considera que los hechos constituyen un homicidio doloso con la circunstancia atenuante de obcecación. El acusador público pide una condena de 7 años y 6 meses de prisión, además de una indemnización de 10.000 euros para cada una de las dos hijas del fallecido.
La acusación particular, que representa a la familia del fallecido, cree que fue un asesinato con alevosía porque el acusado planeó la muerte de Mascaró, "la anunció por todo el pueblo durante dos años", se aseguró de no sufrir daños al hacerlo y usó hasta tres armas (el vehículo, un cuchillo y un hacha) al atacarle por sorpresa. Pide 20 años de prisión.