El pasado debate sobre el estado de la nación espero que fuera, a lo sumo, una suerte de metafórico epitafio a una vieja forma de hacer política. El presidente del gobierno y el líder de la oposición dirigiéndose reproches mientras sus respectivas bancadas, extasiadas, celebran efusivamente la intervención de su líder. Hasta hubo un diputado que sacó de su escaño una bandera de Andalucía.
Afortunadamente parece que las encuestas comienzan a respaldar la que, a mi juicio, es la opción más sólida para el esperado cambio político que todos esperamos: CIUDADANOS. En efecto, parece que CIUDADANOS comienza a subir con fuerza en las encuestas, hasta el punto de que parece que va a poder disputar la victoria electoral en Cataluña.
El principal escollo que le queda a CIUDADANOS para destronar a PP y PSOE es que los electores perciban que puede ser una opción capaz de gobernar, es decir, que su voto sea útil. Y lo anterior se soluciona con encuestas como las de estos días.
Me atrae la opción de CIUDADANOS porque, pese a no haber gobernado -como otras formaciones- no han necesitado esconder su pasado, ni hemos visto vídeos de ellos que, por decirlo suavemente, no deberían tolerarse con ningún representante público. CIUDADANOS, al contrario que otras formaciones, han explicado detallada y concisamente su propuesta económica y, que yo sepa, todavía no han renegado de la misma.
En estos momentos hace falta una fuerza moderada, que anuncie con claridad qué medidas pretende tomar, y que sea capaz de aglutinar a los de un lado y a los de otro. Es necesario respetar los derechos de los trabajadores sin aumentar el intervencionismo estatal ni aumentar la participación pública en la economía. ¿Estado garantista? Por supuesto, pero a la vista de todos están las cifras de las empresas públicas, televisiones autonómicas, Cajas de Ahorro, etc.
También me gusta que no se dedican a vender medidas de imposible cumplimiento (veamos a Tsipras y su "gira" para convencer a sus acreedores) que suponen un riesgo para las relaciones con la Unión Europea y que, más que en la crítica, CIUDADANOS basa su política en la propuesta. En eso principalmente se diferencian de otros partidos: no se limitan a decir "lo que hay ahora es malísimo" sino que explican claramente cómo van a mejorarlo.
¿Podremos ver un debate entre Albert Rivera y Pablo Iglesias? Creo que sería enormemente clarificador.
Es el momento para que CIUDADANOS eche las redes sobre el inmenso caladero de votos del centro electoral español, enormemente desencantado con unos partidos anquilosados en una política que pide a gritos un cambio, una nueva imagen y una nueva forma de hacer las cosas.