Tras la reunión a primera hora de este jueves en el despacho del concejal de Urbanismo
Jesús Valls, la veintena de empresarios afectados por la
expulsión "exprés" dictada por la Policía Local a principios de esta semana han vuelto a montar sus stands en los huecos que ilegalmente les tenía alquilados
Porto Pi Centro Comercial.
Las fuentes consultadas por
mallorcadiario.com aseguran que la medida es provisional hasta que el conflicto se solucione de una forma definitiva. Los comerciantes tienen el compromiso de Jesús Valls de que la patrulla Verde no acudirá para ejecutar la orden de abandono de los espacios que ocupan y por los que pagan entre 2.000 y 3.000 euros mensuales de alquiler a Porto Pi.
Llama la atención esta decisión municipal, que abrió expediente hace seis meses a estos negocios "por motivos de seguridad". Seguridad que ahora no debe ser tan importante cuando, sin modificarse nada, todos vuelven a vender sus artículos en los mismos puntos de venta.
La medida es provisional y permitirá a los comerciantes afectados seguir vendiendo durante las fiestas navideñas.