Es la economía, estúpido
domingo 23 de noviembre de 2014, 19:47h
Esta frase, valedora de una silla en la Casa Blanca para Bill Clinton en su lucha contra George H.W. Busch (padre), escrita por el asesor de Clinton, James Carville en 1.992, parece que se ha convertido en la última oportunidad de ganar credibilidad de Mariano Rajoy.
Sí, la economía es muy importante, dependemos todos de su marcha, de sus devaneos, y cuando entramos en crisis, las consecuencias de no saberla manejar, son incalculables.
Pizarro se lo dejó muy claro a Solbes, “estamos en una crisis profunda de la economía” a lo que Solbes le contesto “usted es un demagogo y un catastrofista”. La fecha del debate fue el 21 de febrero del 2008, las consecuencias: victoria socialista; y lo demás es historia.
Ahora, Mariano Rajoy, con unas macrocuentas mejores que las que recibió al principio de su mandato, quiere volver a hablar de economía, pero las cosas han cambiado, la crisis está durando demasiado, creando unos daños colaterales de los que ni él ni nadie se quieren hacer cargo.
Millones de parados, cientos de miles de desahucios, destrucción de cientos de miles de pequeños y medianos negocios, depresiones, suicidios, todo esto son gravísimas consecuencias de la crisis. Pero hay más, también han sufrido las becas para estudiantes, la sanidad pública, ayudas al deporte… Ha bajado la tasa de nacimientos, fatal noticia para aguantar en un futuro las pensiones de nuestros mayores. La gente se harta de ver televisión porque no puede salir a la calle a tomar algo.
Al otro lado unos diputados y senadores, con sus sueldos y privilegios intactos, más prebendas como teléfono, internet, billetes de avión, dietas, etc.
No conozco todavía un solo caso en que a nuestros representantes legítimos de la Patria algún banco les haya desahuciado.
Con todo esto no quiero introducir una lucha de clases ni nada por el estilo, estoy queriendo decir, que si todo el discurso de Mariano Rajoy va a estar basado en “economía” y no admite estos daños colaterales, que aunque no sean evidentemente todos, alguna culpa tiene, sí que debería mostrar más sensibilidad y más actuaciones concretas, como por ejemplo se hizo con la Banca y la deuda, llegando a hacerse una modificación “express” de la Constitución.
Acabar con esta crisis y sus consecuencias no es sólo “LA ECONOMÍA, ESTÚPIDO”.