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Agustina Vilaret es la prueba del algodón

jueves 13 de noviembre de 2014, 19:57h

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Este digital ha publicado este jueves el listado de favoritos del pacto de las cúpulas del PSM e IV en las primarias abiertas de Més. Biel Barceló, líder del PSM y candidato a la presidencia del Govern por Més, ha respondido inmediatamente que esta lista no ha sido elaborada por la cúpula del partido, sino que es fruto de la acción individual de un militante de base que o bien ha actuado de "buena fe" o bien de "mala fe", pero que en ningún caso es un acuerdo de camarilla para lanzar la consigna a los militantes y simpatizantes para que coloquen en pole elegible a los profesionales del poder. De ser así, las primarias dejarían de ser abiertas y se convertirían en un disciplinado refrendo perjudicando a los candidatos de base y a los propiciados por Esquerra Republicana, que se presentan a pecho descubierto, uno a uno y sin componendas.

mallorcadiario.com da fe de que han sido militantes del PSM, y no de otro partido, los que nos han hecho entrega de la lista de recomendados por esta formación y nos han asegurado que tal lista se reparte dentro del PSM. Esta lista, cuidadosamente ordenada y numerada por orden de jerarquía, no lleva membrete (¡sólo faltaría!),  pero analizando su contenido está cargada de una implacable lógica interna sólo adjudicable a una cúpula que todo lo ve y todo lo controla. Y es precisamente aplicando la lógica aristotélica al documento cuando se comprende que es en realidad una orden consignista jerárquica que choca de lleno con el espíritu abierto de este proceso aparentemente asambleario.

La prueba inapelable de que la lista de favoritos es obra de la jerarquía y no de un militante iluminado o resentido se llama Agustina Vilaret. Esta candidata tiene carnet de Esquerra Republicana y aparece en el número tres y en negrita destacada de la pole femenina propiciada por el PSM para el Parlament. Parece una coartada, pero en realidad desprende aroma a premio. Agustina Vilaret maniobró lo indecible el año pasado para desplazar, dinamitar y orillar a la actual dirección de Esquerra Republicana desde su interior. Su presencia en la pole pesemera huele a una legua a alpiste para cuatro años gozando de escaño en pago a favores prestados.

¿Qué ingenuo militante de base del PSM, al elaborar su lista de sus favoritos, incluiría en pole a alguien con carnet de otro partido que ha intentado torpedear la dirección política de una formación aliada que se ha diferenciado y presenta a sus propios candidatos a cara descubierta en el proceso de Més? Si tal militante de base existiese en el PSM, fuese naif o maquiavélico, la cúpula debería promoverlo a puestos de altísima responsabilidad por su hiperinteligencia al intuir que Vilaret debe entrar en pole porque es un submarino con derecho a cesta de Navidad.  Ni el sabio Merlín, si fuese un afiliado raso, lo descubriría.

Pero no es el caso. Tal muchacho superdotado de la base no existe. En Més no hay ningún pequeño Nicolás. Las leyes aristotélicas de la lógica indican palmariamente que la lista pole de favoritos es obra de la dirección del PSM tras haber pactado con IV quien pisará moqueta y gozará de sueldo público tras las elecciones del próximo mayo. Esa es la verdad y el resto es humo humano. La presencia de Agustina Vilaret es la prueba del algodón de que la lista pole es el fruto de un pacto de jerarquía para repartirse los cargos públicos entre ellos.

Luego, los 8.000 inscritos o bien refrendarán o bien verán que sus candidatos alternativos quedan excluidos o desplazados en puestos de cola simbólica. Y para este viaje a ninguna parte no hacían falta tantas ni tantas alforjas, ni tanto ruido, ni tantas nueces.

Es lógico que en un proceso interno todos miren por lo suyo. Es verdad que el PSM tiene todo el derecho del mundo a hacer su lista de recomendados pactados de antemano, incluyendo un riguroso orden de prelación para que ningún elegido de despacho para la gloria se quede sin silla pública. Pero si eso se hace, que sea a cara descubierta, sin subterfugios ni por debajo de la mesa, ni con excusas de pequeños Nicolases.

Es contraproducente montar  un festival de primarias aparentemente superabiertas e hiperdemocráticas en teoría para luego, a la hora de la verdad, ser más selectivos que Moisés cuando levantó la verga y abrió las aguas del Mar Rojo para que pasasen los suyos, incluida Agustina Vilaret, y las cerró de golpe cuando llegaba la caballería de Esquerra Republicana.